domingo, 6 de septiembre de 2015

Camino del río: de Sant Andreu de la Barca al Delta del Llobregat.

Tramo de Sant Vicenç, con el nuevo camino de cemento
Si sois asiduos de la bici, seguramente ya conoceréis el famoso 'camino del río', que permite ir desde Sant Andreu de la Barca hasta el Delta del Llobregat de forma ininterrumpida. Es un camino prácticamente llano al 100%, ideal para salidas en familia, aunque también es frecuentado por deportistas con buen nivel. Se trata de una pista que recorre, en paralelo al río Llobregat, los aproximadamente 25 km que hay hasta el Delta (en realidad son más, porque la pista se prolonga también dirección Olesa).
Desde Sant Andreu, el acceso al río se toma junto al colegio Josep Pla, muy cerca de la rotonda de salida del pueblo. Pasa por debajo de la autovía y enseguida se accede al camino.
Hasta hace no muchos años, la pista quedaba interrumpida, o impracticable cuando había lluvia, en varios puntos del recorrido. Pero las obras llevadas a cabo en los últimos años han permitido unir todo el Baix Llobregat a través de esta pista. Sobre todo se ha recuperado este espacio para las familias.
Para Sant Andreu de la Barca, el río ha sido un elemento clave durante décadas. No solo por los numerosos cultivos que proporcionaban alimento a sus habitantes, sino por las terribles inundaciones que en ocasiones comprometían el bienestar del pueblo. Son famosas, por ejemplo, las inundaciones de 1602 -las aguas llegaron a las paredes de la iglesia-, la de 1848 -conocida como riada de Sant Bartomeu-, la de 1898 o la de 1962.  Para bien o para mal, Sant Andreu siempre ha vivido una estrecha relación con las aguas del Llobregat, así que este acercamiento tiene su importancia (si os interesa el tema, podéis consultar detalles históricos cliclando aquí).

'Hormigonazo' en Sant Vicenç dels Horts
La conexión de todos los pueblos del Baix Llobregat a través de un mismo camino es un hito mucho más que simbólico, pero aún queda mucho camino por recorrer. Y muchos errores por rectificar. El último, el que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Sant Vicenç dels Horts. La idea no era mala: se trataba de mejorar al acceso y adecuar la pista de tierra para la circulación de bicicletas, sillas de ruedas, etc. El problema es que se ha hecho, en nuestra opinión, bastante mal. Por tres motivos:
Por un lado, la idea de lanzar toneladas de cemento en un camino rural empobrece bastante el paisaje. ¿No hubiera sido mejor habilitar una baranda de madera? ¿O delimitar el paso de bicicletas con un relieve?
Gravilla sobre el cemento: hay que ir con cuidado
Por otro lado, se ha producido una situación peligrosa: si bien es cierto que el 'hormigonazo' ha atraído a muchos vecinos de Sant Vicenç, el problema es que en este paseo conviven bicicletas, excursionistas, gente mayor que sale a pasear, niños que corretean, mascotas... e incluso caballos y rebaños de ovejas (esta mezcla es real, literalmente). El estrecho camino de cemento, de aproximadamente un metro de ancho, invita a pensar que está dedicado a algún tipo de usuario, pero... ¿a quién? ¿bicicletas? ¿o peatones? ¿Y en caso de cruzarse, quién tiene prioridad? A la práctica, esto está creando un verdadero problema de seguridad. Sería interesante que el mismo Ayuntamiento identificara las prioridades en sentido de ida y vuelta, y dejara claro a qué tipo de usuarios está destinado el camino de cemento.
Por último, hay alguna curva del camino de cemento en el que se acumula la gravilla. Esto es realmente peligroso para las bicicletas, porque las ruedas patinan y pueden provocar algún accidente.

El famoso cruce de Sant Boi
A la altura de Sant Boi (km.15 saliendo desde Sant Andreu) se están llevando a cabo unas obras que interrumpen el camino. Como alternativa, se ha habilitado un desvío a la izquierda que atraviesa el río por un puente inundable (ojo los días de lluvia).
Esperamos que os guste el camino si aún no lo conocéis. Y si os gusta darle caña a la bici, recordad: ¡prudencia en el tramo de Sant Vicenç!

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